Mallorca Rural y TIRME harán pruebas compostabilidad de la lana de oveja
Las entidades han firmado un convenio que permite realizar una prueba piloto junto con el Grupo de investigación de Química Ambiental de la UIB para comprobar la viabilidad técnica, operativa y administrativa de la transformación de este recurso.
Mallorca Rural, entidad que promueve y defiende los intereses socioeconómicos de la zona rural de Mallorca, siguiendo los objetivos estratégicos definidos en su Estrategia Desarrollo Local Participativo (EDLP) 2014-2020, está llevando a cabo el Proyecto Piloto para el estudio de la viabilidad de la lana de oveja mallorquina como material aplicable en el sector industrial financiado a través de los fondos FEADER, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y la Conselleria de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Fruto de este proyecto, que tiene como objetivo dar respuesta a la situación actual de la lana en Mallorca, se han planteado nuevos usos como el compostaje que está contemplado como uno de los tratamientos válidos por los SANDACH 3 (subproducto animal). Las pruebas de compostabilidad se iniciarán este mes de julio y terminarán en septiembre aproximadamente en las instalaciones para la gestión de residuos de TIRME y técnicos de la entidad junto con investigadores del Grupo de investigación de Química Ambiental de la UIB concluirán con un protocolo que permita:
Comprobar la compostabilidad de la lana de oveja mallorquina junto a FORM (fracción orgánica de procedencia domiciliaria y de recogida selectiva) y fracción vegetal.
Validar las condiciones de proceso como grado de descomposición u olores.
Verificar la viabilidad técnica y operativa en cuanto a necesidades de pretratamiento y almacenamiento.
Comprobar el impacto de la lana como materia prima minoritaria en la calidad del compost obtenido, de acuerdo con la normativa aplicable de fertilizantes.
Si los resultados son satisfactorios, se trabajará para ofrecer de cara a la próxima temporada un servicio gratuito de transformación y regreso a finca. Se trataría de que los agricultores que lo deseen, puedan llevar su lana directamente a la planta de compostaje, y recoger, al final del proceso, los kilogramos de compost obtenido en proporción a la lana depositada.
Con esta acción se da respuesta a una reclamación del sector ganadero que ha visto cómo la lana se ha convertido en un producto de desecho sin valor comercial y un problema para las fincas. El futuro del proyecto piloto de Mallorca Rural pasa por desarrollar una Guía de Buenas Prácticas Agrícolas, en coordinación con los Veterinarios de la Dirección General de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, donde se contemplen nuevas actividades agrarias de aprovechamiento del recurso para que la lana pueda utilizarse como fertilizante líquido o que el lavado pueda realizarse en la propia explotación, aún no aprobadas, y que irán acompañadas de formación para agricultores y ganaderos.