Esta decisión es resultado del Proyecto Piloto para el estudio de la viabilidad de la lana de oveja mallorquina como material aplicable en el sector industrial que ha liderado Mallorca Rural y las actuaciones derivadas de los Veterinarios de la Dirección General de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural.

Este uso sólo contempla actividades agrícolas de la propia explotación. Cabe recordar que la lana está considerada un subproducto animal SANDACH 3 y que seguirá necesitando tratamiento para usos industriales y para usos, fuera de la explotación de origen.

Por eso, la Conselleria de Agricultura, Pesca y Alimentación ha elaborado una Nota técnica de Transformación y uso de la producción de la lana que se genera dentro de una explotación de las Islas Baleares con fecha de 28 de abril de 2023.

Mallorca Rural, entidad que promueve y defiende los intereses socioeconómicos de la zona rural de Mallorca, siguiendo los objetivos estratégicos definidos en su Estrategia Desarrollo Local Participativo (EDLP) 2014-2020, está llevando a cabo el Proyecto Piloto para el estudio de la viabilidad de la lana de oveja mallorquina como material aplicable en el sector industrial. APAEMA (Asociación de la Producción Agraria Ecológica de Mallorca) es la entidad que desarrolla la asistencia técnica que se ha financiado a través de los fondos FEADER, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y la Conselleria de Agricultura, Pesca y Alimentación.

Fruto de este proyecto, que tiene como objetivo dar respuesta a la situación actual de la lana en Mallorca, se deriva este nuevo aprovechamiento de la lana bruta en la propia explotación de origen y con un uso exclusivamente agrícola, como por ejemplo, para compostaje o acolchado de los árboles. Cualquier otro uso industrial o fuera de la finca deberá seguir el procedimiento habitual. Así se da respuesta a una reclamación del sector ganadero que ha visto cómo la lana se ha convertido en un producto de desecho sin valor comercial y sin uso en las fincas, ya que la normativa obliga a que no se deposite directamente en el suelo, sino que se traslade a plantas de tratamiento específicas con un coste por el productor.

El futuro del proyecto piloto de Mallorca Rural pasa por desarrollar una Guía de Buenas Prácticas Agrícolas, en coordinación con los Veterinarios de la Dirección General de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, donde se contemple nuevas actividades agrarias de aprovechamiento del recurso para que la lana pueda utilizarse como fertilizante líquido o que el lavado pueda realizarse en la propia explotación, aún no aprobadas, y que irán acompañadas de formación para agricultores y ganaderos.